La etapa entre Samos y Sarria es una de las más bellas y tranquilas del Camino Francés, combinando historia, naturaleza y arquitectura rural gallega en un recorrido lleno de encanto.
Tras dejar atrás la villa de Samos y su imponente Monasterio de San Xulián, el peregrino se adentra en un paisaje de ríos, valles y aldeas donde el tiempo parece detenerse. A tan solo tres kilómetros del inicio, una indicación marca el desvío hacia una de las casas rurales de la zona; sin embargo, la ruta oficial sigue de frente, internándose en el entorno de San Cristovo do Real (17,6 km a Sarria).
Allí se encuentra una pequeña iglesia con un retablo barroco del siglo XVII, un puente de piedra y un lavadero tradicional que invitan a detenerse y disfrutar de la serenidad del entorno. Es uno de los escasos puntos con bar durante los primeros kilómetros, aunque sin servicio de comidas.
El itinerario continúa por el valle del Oribio, rodeado de frondosos castaños, chopos y álamos, ofreciendo uno de los tramos más pintorescos de toda la jornada. Tras cruzar nuevamente el río, el camino avanza entre suaves pendientes y llega a Renche (15,9 km a Sarria), donde destacan sus antiguos molinos y la iglesia parroquial, testigos del pasado agrícola de la comarca.
A partir de aquí, el peregrino retoma el asfalto de la LU-633 para, pocos metros después, desviarse hacia una pista más tranquila. El recorrido discurre junto a los restos de la antigua muralla conocida como A Cerca, que delimitaba las propiedades del monasterio en el siglo XVII.
La bajada final conduce hasta las primeras casas de Vigo de Sarria, una aldea que hoy forma parte del núcleo urbano de Sarria, punto final de esta etapa y uno de los destinos más frecuentados del Camino de Santiago.
Esta ruta, con su mezcla perfecta de historia, paisajes y hospitalidad, ofrece al caminante una experiencia de paz y conexión con el entorno, ideal para quienes buscan disfrutar del tramo más auténtico del Camino.
Pensión Santa Rosa, situada en el corazón de Samos, es el lugar perfecto para descansar antes de iniciar esta etapa. Un alojamiento acogedor, con ambiente familiar y todas las comodidades que el peregrino necesita.




